Deberías plantearte que en realidad te encargas de tu empresa, donde tus clientes son los otros departamentos y el producto que vendes es tu conocimiento y calidad en el servicio. Como buen empresario, deberías controlar la parte económica del departamento. Lo primero es saber cuánto se gasta, en qué gasta y si es posible reducir ese gasto.
Deberías realizar un estudio concienzudo que te permite hacer una idea de los recursos que dirección destina al departamento,si gastas más de la cuenta, como estás amortizando las inversiones y sobre todo qué necesita la empresa y cuánto vale.
Lo ideal, y la tendencia a seguir, es conseguir que el departamento tenga un presupuesto anual asignado. De esta forma tendremos el control de las inversiones y podremos dirigir con más autonomía el departamento, sin estar atados a los vaivenes económicos de la empresa durante el año.
Además hay que separar los gastos que sean puramente de TI de los gastos generales de la empresa que por lo general siempre se imputan a nuestro departamento, por ejemplo, la impresión,telefonía, audiovisual, etc. .Aquí aunque no lo creas hay un vasto campo de ahorro pues estos gastos por lo general son los que las empresa los tiene asumidos como recurrentes y no repara en ellos. Una empresa de un tamaño medio/grande puede estar tranquilamente imprimiendo alrededor de 1,5 millones de páginas B/N al año pagando un precio por página, que aunque pueda ser pequeño, al tener ese volumen tan elevado con que el proveedor baje el precio ahorraremos cientos de euros . Debes moverte con soltura en la parte económica de la empresa y hablar el mismo idioma que el CFO.
Una vez tengamos claro estos gastos, llega el momento de sentarse con los proveedores y negociar, no sólo una reducción en el precio que siempre es bienvenida, sino también exigir por el mismo precio, una ventaja tecnológica que como departamento vigilante de nueva tecnología que somos debemos tener siempre bajo control.Por ejemplo en el campo de la telefonía móvil podemos exigir acceso a MDM.
Siempre destinar una partida a formación . Una práctica que me va bien es que cada vez que adquiramos nuevo hardware/software “obligar” al proveedor a incluir formación en la propuesta. La tecnología requiere una renovación constante e invertir en formación. Yo, personalmente destino al menos media hora al día a estar al tanto de las novedades tecnológicas y en pensar si pueden encajar en mi empresa y darnos ventaja con respecto a la competencia.
Otro aspecto importante es rodearse de proveedores que se alineen con las necesidades de la empresa. Un departamento TIC no puede ser experto en toda la tecnología, lo que tiene es focalizar en lo que hace la empresa. Detectar cuando una nueva tecnología pueda cubrir una necesidad y buscar un proveedor con expertise en la misma que lo implante siendo nosotros los que lideremos esa mejora . Buscar siempre que cualquier nueva instalación sea un caso de éxito que el proveedor pueda anunciar nos ayudará a crear vínculos importantes. Para que esto ocurra debemos concienciar a la organización y cooperar con los proveedores en un objetivo común y que no sean vistos como los que vienen a ocupar nuestro preciado tiempo.
Por último, involúcrate en el proceso productivo de la empresa, aprende cómo tu empresa gana dinero, cómo funciona y céntrate en el objetivo de cómo la tecnología puede ayudar bien a la automatización de procesos, y a la extracción de conocimiento a partir de la información. Esta tarea, es más fácil en el caso de que sea una fábrica donde trabajas, pero te aseguro que en todos los entornos empresariales la tecnología puede aportar valor.